Es común escuchar que las calles de Madrid se quedan vacías durante los meses de verano. Es la época en la que muchos residentes de la capital escapan y optan por pasar sus vacaciones alejados del asfalto, los edificios y, sobre todo, del calor.
Pero la capital también tiene otra cara en el estío. Aquella donde la música y la diversión se adueñan de la noche, pero, en este caso, para los turistas.
La magia de Madrid no descansa ni durante las madrugadas más calurosas. Por ello, en esta época, más de la mitad de los asistentes a discotecas y bares son turistas, siendo el verano la temporada del año con mayor crecimiento turístico de la Comunidad de Madrid.
Con un aumento de turistas del 28% desde el verano de 2016 hasta el del año pasado, la capital se ha convertido en todo un imán para ellos, que eligen esta ciudad para pasar sus vacaciones de verano no solo por su historia y cultura, sino también por las noches llenas de risas, música y baile.
La Asociación de empresarios de ocio y espectáculos Noche Madrid han llevado a cabo una nueva edición del ‘Estudio de Perspectivas de Verano del Ocio Nocturno Madrileño’, en el que revela que un 53,7% del público de las salas y discotecas de Madrid en los meses de julio y agosto son turistas.
De esos datos, un 34% de ellos viene de distintos países europeos, mientras que casi un 10% son de fuera de la Unión Europea. También sorprendente es el hecho de que muchos españoles de otras regiones también eligen la capital para disfrutar de su vida nocturna durante el verano.
Además, la asociación Noche Madrid ha firmado este martes un nuevo acuerdo de colaboración con la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid. Este pacto tiene como objetivo explotar y promocionar la vida nocturna y la oferta recreativa de Madrid como uno de los principales atractivos turísticos de la región.
La capital madrileña, con su corazón abierto y su espíritu alegre, seguirá siendo un destino favorito para quienes buscan disfrutar de la vida en todo su esplendor. El verano será una fiesta interminable, donde la música y la alegría nunca se apaga.